• Paulo Coelho

    Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar.

  • John C. Maxwell

    Para alcanzar el éxito no hay escaleras eléctricas que te lleven a la cima. Tienes que ascender tu mismo, y eso significa trabajo duro, tendrás que hacer más de lo que querrías hacer, más de lo que te crees capaz de hacer. Tienes que hacer lo que sea necesario.

  • Ralph Waldo Emerson

    No importa el rumbo que decidas seguir, siempre habrá quien te diga que estas equivocado. Siempre surgirán dificultades que te tentaran a creer que los que te critican están en lo cierto. Trazar un rumbo de acción y seguirlo hasta el fin requiere de valor.

  • Richard Evans

    Todos los que llegaron donde están, tuvieron que empezar donde estaban.

  • Dennis Bakke

    Si no sabes exactamente que hacer, no permitas que eso te impida hacer algo.

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viernes, 22 de marzo de 2013

Escrito por Unknown
2 comments | 11:05 p.m.





Hice muchas dietas durante muchos años, parecía yoyo: subía y bajaba de peso, en algunas dietas  baje poco (ni se percibía) y otras baje una cantidad considerable, pero lo que invariablemente siempre sucedió fue que cuando dejaba la dieta subí el doble -y a veces el triple- de lo que había bajado y emocionalmente era desgastante esa situación. Recuerdo una dieta que hice hace como 10 u 11 años aprox. (recién había terminado la universidad), en la cual estuve yendo con una homeópata y debo reconocer que baje de peso: por aquel entonces pesaba yo como 98 kg y baje 16 kg aquella vez; en esta dieta me quito grasas (carne de puerco, de res, etc.), pan, tortilla, refrescos, etc., etc., etc. Básicamente me dejo solo fruta, productos light (yogurt, gelatinas, quesos, leche, etc.), verdura, carne asada (pescado, pollo) y me dio unas gotitas que debía de tomar disueltas en un vaso de agua tibia 30 minutos antes de comer (me acostumbre pero era de enorme flojera eso de buscar donde me dieran agua tibia y estar contando mis 30 minutos!); muchos pensaran “es normal y buena esa dieta, te quitaron todo lo que engorda”, sin embargo no es bueno por lo siguiente: ningún alimento es malo, lo malo es cuando no lo balanceamos y peor cuando abusamos de su consumo(ejemplo la tortilla - de maíz, claro -, es buenísima pero deja de serlo cuando la comes frita o a tu tortilla le pones crema o te refinas un kilo tu solo), además de que dependía de un producto para comer(las famosas gotitas). Volviendo a la historia: todo fue muy bien al principio, seguía al pie de la letra la dieta estricta (estricta porque era de esas que 30 gramos de esto, 100 gramos de los otro y así, ya se imaginaran…), hacia ejercicio y todo dio resultados porque baje de peso: me quedaba la ropa que hace años ya no me entraba, me veía y me sentía bien, pero…
Conforme fue pasando el tiempo me fui aburriendo de que siempre comía lo mismo (la homeópata nunca me cambiaba la dieta, siempre me daba lo mismo por lo que no aprendí a comer), así que como ya había bajado de peso, poco a poco fui dejando de ir a verla y poco a poco fui retomando mis antiguos hábitos (a esto le agrego que entre a trabajar, encontré un pretexto mas para volver a lo mismo de siempre).
Esta dieta no fue efectiva por lo siguiente: además de ser restrictiva y estricta, no me ayudo a aprender a comer saludable y balanceadamente, pues la homeópata me dio “literalmente” una receta de que comer y en donde (comía en mi casa), pero nunca aprendí que hacer cuando comiera fuera de ella, lo cual casi siempre sucede. Así que al ya no comer la “receta” que me había dado la homeópata, comía de lo mas sabroso (que es normalmente lo que mas ayuda a engordar) y además con singular alegría, aunado a esto el único ejercicio que hacia era el de levantamiento de tarro, no pues para arriba otra vez!: nuevamente fui recuperando el peso que había perdido y pues que trueno la barrera de los 100(el maldito rebote). No me arrepiento de haber hecho esta dieta, pues gracias a este fracaso aprendí que las dietas restrictivas/estrictas solo te llevan a cansarte de ellas hasta el punto de dejarlas, así que ahora cuando como alguna comida deliciosa y grasosa (vitamina T), no me restrinjo la comida y mucho menos soy estricto con las cantidades: como sin remordimientos y lo disfruto, eso si, balanceo la ingesta y además no lo hago todos los días.
Además del problema de que la dieta era restrictiva (y como ya comente NO SIRVEN!), no aceptaba mi responsabilidad pues esperaba que el entorno se ajustara a mi, siempre encontraba un culpable: que porque en mi familia la genética es así, que porque estoy chavo y puedo comer lo que sea, que porque ingiero productos light y puedo comerme todos los que sean, que porque el trabajo me absorbe y tengo que comer lo que se pueda y a la hora que haya chance, total si me voy a morir de todas formas al menos me muero contento, etc.; además de lo anterior, ahora también entiendo que  yo no tenia una misión por la cual bajar de peso, así que era mas que obvio que volviera a subir de peso tan pronto la deje y retome mis viejos y malos hábitos, por eso te recomiendo dos cosas: 1.- acepta tu responsabilidad y cambia tu actitud frente a tus fracasos y 2.- busca tu misión y así te será mas sencillo encontrar/retomar el camino.
Como lo mencione en mi anterior post, este blog es para ayudar a todos los que como yo quieren bajar de peso, cuenta conmigo, claro que se puede, solo tienes que decidirte y plantar en tu subconsciente tu misión para bajar de peso!

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