• Paulo Coelho

    Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar.

  • John C. Maxwell

    Para alcanzar el éxito no hay escaleras eléctricas que te lleven a la cima. Tienes que ascender tu mismo, y eso significa trabajo duro, tendrás que hacer más de lo que querrías hacer, más de lo que te crees capaz de hacer. Tienes que hacer lo que sea necesario.

  • Ralph Waldo Emerson

    No importa el rumbo que decidas seguir, siempre habrá quien te diga que estas equivocado. Siempre surgirán dificultades que te tentaran a creer que los que te critican están en lo cierto. Trazar un rumbo de acción y seguirlo hasta el fin requiere de valor.

  • Richard Evans

    Todos los que llegaron donde están, tuvieron que empezar donde estaban.

  • Dennis Bakke

    Si no sabes exactamente que hacer, no permitas que eso te impida hacer algo.

  • This is slide 6 description. Go to Edit HTML and find this content. Replace it your own description.

domingo, 30 de junio de 2013

Escrito por Unknown
No comments | 8:43 p.m.



Como en casi todo lo que hacemos, lo más difícil es empezar, porque una vez que das el primer paso el resto se trata de perseverar hasta conseguir el objetivo: bajar de peso.

Quiero compartirte lo que yo he hecho para bajar de peso, no espero (ni te recomiendo) que hagas exactamente lo mismo, pues eres muy diferente a mi y lo que a mi me ha servido es probable que a ti no te funcione, pero si puede ayudarte a encontrar el camino para empezar tu proceso.

Lo primero que hice fue bien importante: acepte que necesitaba ayuda, deje de lado mi soberbia de “yo lo puedo todo a la hora que yo lo diga” y como un alcohólico: reconocí que estaba en el fondo de un agujero que cada vez se iba haciendo más negro y me rendí ante mi fracaso y la impotencia de mi estado actual en ese momento(pesaba más de 130 kg y me sentía fatal), así que acepte ir con una nutrióloga(y hablo de un verdadero especialista en esto de nutrición, no de la clásica recomendación del familiar, del amigo o del vecino). Confieso que iba con una barrera mental de “no creo que sirva de mucho ir con un nutriólogo”, porque en mi cabezota tenía clavada la idea de que ya antes había tenido experiencias que no me habían funcionado, pero logre quitarme las telarañas y en lugar de decir “no creo que funcione”, me dije “¿por qué no?”

Mi proceso ha sido de varios pasos y te comparto el primero:

1.     Tener una misión.
En casi todas las dietas que realice conseguí las metas que me propuse (bajar de peso para que me quede el pantalón, bajar de peso para que me dejen de estar dando lata en mi casa que estoy muy gordo, bajar de peso para que me vea bien, bajar de peso para que le guste a esa chava, etc.), y una vez que lo había logrado me sentía satisfecho con mi esfuerzo y contento, sin embargo al haberlas logrado, el seguir en un régimen y bajando de peso perdía sentido para mi, así que volvía a lo mismo de siempre con los resultados lógicos, subía de peso nuevamente. Esto ocurría porque yo tenía solo metas y al cumplirlas ya lo demás salía sobrando, no había algo que me impulsara “más allá” después de cumplir los objetivos que me proponía.
Desde el momento en que encontré mi misión: “no voy a tomar medicamentos para la diabetes”, supe que esta vez si iba a conseguirlo y que ahora sabia claramente a donde tengo que llegar y estar; en el camino me he topado con recaídas, comilonas, fiestas, etc., etc., etc. y en muchas he comido de mas e incluso he subido de peso, pero mi misión (que es como esa luz en la oscuridad) siempre me ha sacado a flote. Creo firmemente y estoy totalmente convencido que para poder cambiar nuestros hábitos de alimentación y así bajar de una vez por todas de peso es necesario tener una misión.

Pero, ¿qué es la misión?
La Wikipedia lo define así: “trabajo especifico que debe de cumplir una persona”; para el caso de bajar de peso yo lo defino como “la brújula que te va a guiar hasta conseguir que dejes de tener sobrepeso”, vas a recaer, vas a volver a tropezar y subir unos kilos nuevamente, vas a tener problemas y muchas tentaciones en el proceso(el cumpleaños, la fiesta de graduación, navidad, año nuevo, etc.), pero mientras sepas a donde tienes que llegar (tu propia misión) no importa lo difícil que sean las cosas, lo vas a lograr.

Muy bien ¿Y cómo encuentro mi misión?
Ahora bien, ¿Cómo encuentro mi misión?, yo te propongo lo siguiente, solo pregúntale a tu subconsciente ¿Por qué quieres ser delgado? ¿Por qué y/o para que quieres bajar de peso?, aunque suene muy simple son preguntas que, buscando las respuestas en nuestro subconsciente y respondiéndolas honestamente, nos servirán para encontrar esa brújula de la que hablo; es importante tratar de no confundir, puede que te respondas “quiero bajar de peso para que me quede la ropa para mi boda”, esta muy bien, solo respóndete sinceramente: una vez que lo haya conseguido, ¿me molestaría realmente volver a subir de peso?, si la respuesta es un no, entonces eso no es una misión es una meta, por lo que aun no la encuentras, así que solo sigue buscando. Con estas preguntas del por que y para que, no estoy tratando de decir que sea bueno tener sobrepeso y que sea mejor quedarse con el, simplemente es para que encuentres que es lo que realmente te mueve a conseguir ese cambio, porque como ya lo trate de ejemplificar, no es lo mismo la misión que una meta. Una vez que logres encontrar tu misión, créeme y sobre todo créete a ti mismo, podrán haber problemas, tentaciones, fiestas, comidas, reuniones y un largo etcétera de eventos, y te aseguro que vas a verte tentado a botar todo y regresar a tus viejos hábitos, incluso vas a comer y subirás un poco de peso, pero al tener esa brújula, eso te permitirá tener fijo en la mente por qué siempre vas a buscar y a rencontrar el camino rumbo a las metas que te propongas para alcanzar tu misión.



Como en las películas, continuara…

lunes, 24 de junio de 2013

Escrito por Unknown
No comments | 8:12 a.m.



“Quiero bajar de peso”, era la frase que mas me repetía (y que regularmente escucho/leo en muchos lados). Esta es una gran frase, ¿pero, puedes ver el gran problema de esta?, el “Quiero” es solo una palabra que indica que tengo cierta intención o deseo de hacer algo, pero si se queda ahí y no se cambia de la oración, casi nunca se convierte en acción. Que diferente y poderoso es decir: “Voy a bajar de peso”, al decir esto su significado cambia completamente de simple deseo a una acción.
El problema de como interpretaba esta palabra, es que con ella lo que verdaderamente quería, eran resultados inmediatos y que fueran enormemente visibles, pero por supuesto sin que requiriera ningún esfuerzo de mi parte (bueno, a veces el mínimo si estaba dispuesto a darlo) ni que tuviera que modificar nada de lo que hacia, porque en realidad no me interesaba el proceso que se necesita para bajar de peso, solo quería el resultado final. Sin embargo, como seguro resultado obtenía el aburrimiento y falta de voluntad de hacer lo que decía, en muchas de las veces, ¡ni siquiera hice el intento por conseguirlo (bajar de peso)!, simplemente porque ¡no quería cambiar mi forma de pensar!

Somos lo que pensamos, estoy totalmente convencido de esto, y para conseguir bajar de peso verdaderamente y de forma consistente es necesario pensar diferente a como normalmente pensamos(la verdad es que pensamos mal día tras día, si no, no tendríamos sobrepeso), cambiar nuestra forma de pensar quiero decir(y por consiguiente nuestros hábitos); Albert Einstein dijo: “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”, para conseguir el objetivo de bajar de peso, yo lo adecuaría a: “Si buscas resultados distintos, deja de pensar siempre lo mismo”.
Un sueño se convierte en realidad como resultado de tus acciones, y tus acciones están controladas en gran parte por tus hábitos, a esta frase yo le agregaría: y tus hábitos están ligados a tu forma de pensar. En su libro ¡Vive tu sueño!, John Maxwell propone un comparativo de declaraciones que deberíamos de cambiar para conseguir tu sueño, lo propongo y adecuo para cambiar nuestra forma de pensar:

No se puede
Si se puede; este lo complemento con una frase que publico Ana Cortes en su página de Facebook: Yo no he podido HASTA AHORITA
No tengo tiempo para hacerlo
Cambiare mi forma de hacer las cosas para encontrar el tiempo necesario
Ya lo he intentado
Aprendí de la experiencia, para hacerlo otra vez, pero ahora de forma diferente
Es una pérdida de tiempo
Imagina el resultado que obtendré
No sé cómo hacerlo
Buscare a alguien que me ayude a hacerlo
No tengo dinero para comer sanamente
Voy a buscar en que estoy gastando mi dinero y usarlo para comida saludable
Esto nunca cambiara
Hare un intento mas
Es demasiado radical
Voy a correr el riesgo
No tengo porque hacerlo
Voy a responsabilizarme y lo voy a hacer
¡No puedo!
¡Si puedo!

¿Quieres bajar de peso? – piensa diferente: deja de decirte que no puedes y que quieres bajar de peso, !solo hazlo!, busca tu misión para que esta te guie a modificar todo lo que tengas que modificar para conseguir bajar de peso.

domingo, 9 de junio de 2013

Escrito por Unknown
No comments | 7:00 p.m.




Si no tener fuerza de voluntad es no hacer las cosas por “algún” poder mas fuerte que uno mismo, por que cuando queremos, por ejemplo, ir a divertirnos con los amigos o ir al cine con nuestra pareja, ¿nos sobra la fuerza de voluntad?

Para mi existe solamente el “lo quiero, lo hago”, “no lo quiero, no lo hago”, así de simple: Si yo quiero ir a una fiesta, simplemente voy, no importa si no tengo dinero o si no tengo en que transporte llegar o si esta muy lejos o si ya es muy tarde, etc., sencillamente veo como le hago, pero voy. Si quiero levantarme temprano pero no lo consigo, yo creo que lo que en realidad significa es que quiero seguir durmiendo y no quiero levantarme temprano, es cierto, también me quiero levantar temprano, pero es mas grande mi deseo por dormir que por levantarme temprano. Lo mismo aplica para bajar de peso, no es cuestión de tener o no fuerza de voluntad, es cuestión de querer, de tener solamente voluntad y hacerlo (dice el dicho, el querer es poder y estoy totalmente de acuerdo). No me malinterpretes, no estoy tratando de minimizar ningún esfuerzo que hayas hecho, que estés haciendo o pensando en hacer(al contrario, ¡te felicito porque lo estas intentando!), sé que no es sencillo, ni es cuestión de solo tronar los dedos para que las cosas se hagan (¡mucho menos cuando hablamos de bajar de peso!), solo te quiero dar una visión diferente de este concepto para que te preguntes a ti mismo: ¿en verdad quiero bajar de peso y estoy dispuesto a trabajar por ello y a hacer lo que sea necesario para conseguirlo?, si tu respuesta(honestamente) es no/no se, significa simplemente que todavía no estas completamente comprometido a bajar de peso, por lo tanto no es que no tengas fuerza de voluntad, simplemente no tienes la voluntad de hacerlo.
“Si quieres lograr un sueño tendrás que estar dispuesto a hacer mas que solo imaginar el resultado” – John Maxwell

Muchas veces me repetí: “es que no tengo fuerza de voluntad”, y con eso como excusa hacia siempre lo mismo: comía mal (tortas, refrescos, tacos, tamales, pizzas, hamburguesas, garnachas, etc., etc., etc.), no hacia ningún tipo de ejercicio, no desayunaba, comía solo 2 veces al día (eso si, hasta que se parara el ombligo), comía por gula, entre muchas pésimos hábitos mas. Hoy por hoy y después de varios fracasos para bajar de peso, y después de mas de 2 años que tire a la basura la fuerza de voluntad (y solo la deje en voluntad) y encontré mi misión, es que llevo hábitos mas saludables y algo muy importante: reconocí y acepte que necesitaba ayuda y la busque, creo firmemente que la fuerza de voluntad es un termino muy manoseado, mal entendido y mal utilizado simplemente para dejar para después lo que queremos conseguir.
En el libro ¡Vive tu sueño! De John Maxwell, leí la siguiente frase de Ralph Waldo Emerson que me parece muy ad hoc: “No importa el rumbo que decidas seguir, siempre habrá quien te diga que estas equivocado. Siempre surgirán dificultades que te tentaran a creer que los que te critican están en lo cierto. Trazar un rumbo de acción y seguirlo hasta el fin requiere de valor”. Lo quiero complementar diciéndote: busca tu misión, una vez que la tengas encuentra el motivante que haga que pongas toda tu voluntad en alcanzar tus objetivos y te aseguro que las cosas serán mas sencillas.

“Me falta fuerza de voluntad para bajar de peso, simplemente no puedo resistirme a los pastelitos”
“No tengo fuerza de voluntad para dejar de tomar refresco”
“No hago ejercicio porque no tengo fuerza de voluntad”
“Me falta fuerza de voluntad para intentarlo”

¿Falta fuerza de voluntad o sobran excusas?


domingo, 2 de junio de 2013

Escrito por Unknown
No comments | 9:17 p.m.



Ya he comentado que las dietas restrictivas no funcionan pues lo único que hacen es privarte de ciertos tipos de alimentos, lo cual no sirve a la larga porque al final de cuentas necesitamos de todos los diferentes tipos de alimentos para nutrirnos (además si la comida es uno de los grandes placeres que tenemos en la vida, ¡por que no disfrutarla!).

Pero vayamos mas allá: aparte del daño que le hacemos a nuestro cuerpo por privarnos de la comida(al privarse de la comida lo único que se consigue es matarse de hambre y quitarle al cuerpo nutrientes que necesita si o si para su correcto funcionamiento), ¿Qué pasa en nuestro cerebro?, ¿Por qué nuestro subconsciente nos sabotea y terminamos por mandar todos nuestros esfuerzos a la basura, aun cuando la dieta que estemos llevando nos “está dando resultado (aparentemente hemos perdido algo de peso)”?
En mi experiencia lo que comúnmente pasaba era que terminaba por aburrirme de la dieta pues comía siempre lo mismo (por ejemplo desayunar y cenar cereal todos los días: ¡que flojera!) y no podía ni siquiera probar un bocado de lo que más me gustaba, esto pasaba porque cometía la tontería de hacer la dieta que a alguien más le había funcionado o iba con un “experto”, ¡que siempre daba la misma dieta a todo el que fuera a verlo! Esto por supuesto me tenía condenado al fracaso desde el principio pues no modificaba mi mentalidad y por consiguiente mi perspectiva frente a la forma de alimentación correcta seguía siendo la misma. Al solo seguir al pie de la letra una “receta” y no cambiar mi forma de pensar respecto a mis hábitos de alimentación, solo provocaba que cuando dejaba la dieta volvía a lo mismo de siempre y terminaba recuperando el peso perdido y venia el rebote(también debo de confesar que me dolía el codo pagar un verdadero experto – nutriólogo - porque ponía de excusa que era muy caro y me “convencía” a mí mismo de que yo podía bajar sin ayuda – hoy estoy seguro que la obesidad es como el alcoholismo: una adicción-, y no me daba cuenta - o no me quería dar cuenta - que me salía más caro hacer una dieta que no iba a funcionar pues no iba de acuerdo a mi forma de ser y mis necesidades). Además lo acepto, era yo un ignorante en temas de alimentación, pero eso si me las daba de que yo sabía lo que comía y yo podía a la hora que quisiera comer bien y bajar de peso (un ejemplo: normalmente venia comiendo hasta por ahí de las 11:00 am ¡y eso es lo peor que puedo hacer!).
Ahora bien, muchos hablan de la fuerza de voluntad (yo mismo solía decirme “es que no tengo fuerza de voluntad”), sin embargo ahora me doy cuenta que me hacía falta tener una misión(por qué quiero bajar de peso), además de que solo trataba de encajar en los aspectos sociales de mi entorno(si la mayoría decía pizza, yo aceptaba; si la mayoría salía a comer tarde, yo me esperaba aunque me estuviera muriendo de hambre), aquí me atrevo a preguntar: lo que haces hoy en día, ¿lo haces porque en verdad te nace hacerlo o por no verte como el bicho raro del grupo?

¿Quieres perder peso?, ¡deja de hacer dietas!, así de simple y sencillo: las dietas son temporales y por consiguiente no funcionan, lo que tienes que hacer es comer balanceadamente y de forma saludable (grasas, frutas, verduras, cereales, agua, etc., etc., etc.), en pocas palabras: cambia tus hábitos y aprende a comer.
Busca tu misión para que esta te guie a conseguir tu objetivo de bajar de peso, si tu solo no puedes y necesitas ayuda, acércate con un verdadero profesional (por favor, no hagas lo mismo que hizo tu amig@ o tu herman@ o tu vecin@ para bajar de peso), tu eres único y por consiguiente necesitas seguir tu propio camino, solo ¡cree en ti!



domingo, 19 de mayo de 2013

Escrito por Unknown
3 comments | 4:55 p.m.






Yo creo que todos tenemos sueños (no importa el tamaño de estos), hay quienes los han realizado y quiénes no. Algunos hablan de ellos con entusiasmo y sin ningún reparo y otros son renuentes a contarlos (me incluyo en los renuentes), quizás por  miedo y la mayor de las veces  por pena de que se burlen si los contamos.

Cuando iba en la preparatoria mi sueño era ser músico, quería aprender  a tocar guitarra y me gustaba cantar, ponía mis discos a todo volumen y me ponía a cantar a todo pulmón, sin embargo cuando había la oportunidad de hacerlo frente a un público no lo hacía, me daba pena hacerlo porque pensaba que las personas me criticaban por mi aspecto y se burlaban de mí, lo que sucedió es que deje mi sueño, no me aventure a perseguirlo; deje que el sobrepeso me afectara en mi autoestima y que me impidiera perseguir eso que anhelaba en esos momentos. Recuerdo una vez en la escuela, para entrar al taller extracurricular de los sábados, yo quería entrar a música, sin embargo el profesor me dijo que ya no había lugar, yo me aventure a cantar una pieza para demostrarle “mi talento” y al profesor le gusto, me invito a que cantara nuevamente pero enfrente de los alumnos de la clase, como me daba pena por mi sobrepeso (que se burlaran de mi porque era gordo), me negué a cantar frente a más público y la consecuencia de esa decisión fue que no entre al taller que quería, y termine entrando a otro, simplemente deje a un lado mi sueño.

Los sueños son frágiles y cuando los demás no los aprueban, dejamos que sean apabullados, son enterrados tan profundo que casi siempre no encontramos forma de sacarlos de donde están, si a esto le agregamos que el sobrepeso/obesidad nos impida realizarlos, estamos destinados a abandonarlos y vivir una vida promedio y no la vida extraordinaria que queremos para nosotros mismos. En el instante que aceptas menos de lo que mereces, recibes aún menos de lo que aceptaste – Maureen Dowd

Lucha con todas tus fuerzas por vencer el sobrepeso/obesidad, no permitas que él te venza a ti, ten confianza en tus capacidades y en que eres más fuerte que cualquier adversidad, atrévete a apostarte a ti, si no crees en ti mismo y en que puedes lograr cualquier cosa que te propongas estarás a la deriva sin nada que te impulse a avanzar. Es posible que logres el éxito aun cuando nadie más crea en ti, pero nunca lo lograras si no crees en ti mismo – John C. Maxwell

Algo muy importante es: no te compares con nadie más, tú eres único, con dones y habilidades especiales que solo tú posees, lo que a alguien le funcione no necesariamente te tiene que funcionar a ti, simple y sencillamente porque todos somos diferentes, busca el camino que te funcione y que sea el mejor para ti para cambiar tu vida, ¡encuentra tu misión y te aseguro que lo vas a lograr!

domingo, 5 de mayo de 2013

Escrito por Unknown
No comments | 5:41 p.m.




Si tu casa se estuviera incendiando en este instante, ¿harías algo hasta mañana o lo harías inmediatamente?, sin temor a equivocarme, creo que casi el 100% harían algo en el momento (aunque sea correr, eso ya es hacer algo).

Cuando era niño, a un primo y a mi nos ponían a barrer el patio de la casa, el empezaba inmediatamente con la mitad que le tocaba y yo la otra mitad la veía nada más y mejor me iba a ver la tele y dejaba para después lo que me habían ordenado, mi mama entraba a mi cuarto donde yo estaba viendo la televisión y me decía que entre más me tardara en empezar a barrer, se iba a hacer más tarde y más difícil se me iba a hacer el comenzar y cerraba con la frase: “el huevon trabaja doble”. Efectivamente, para cuando iniciaba a barrer, trabajaba doble, porque aparte de barrer la parte que me correspondía, en la parte que ya había limpiado mi primo habían vuelto a caer más hojas y tenía que limpiarlas también.
Lo mismo me ocurrió con mi alimentación, no hacía nada por comer sanamente, simplemente lo deje para mañana, muchos factores intervinieron: decidía, conformismo, desinformación, rutina, educación, confort, entre muchos otros, pero a mi juicio el más dañino era: mi soberbia. Ana Cortes en un curso dijo una frase que quiero compartir contigo: “los cambios vienen cuando tenemos la humildad de reconocer que necesitamos ayuda”.
El tiempo fue pasando, los años se fueron juntando y el sobrepeso también y ese mañana simplemente no llegaba. Lo que si llego fue que me convertí en una persona con obesidad mórbida, tenía inseguridad por mi aspecto, baja autoestima, y la vida me empezaba a pasar factura: mi salud estaba yéndose en picada. Cuando tome conciencia y acción para cambiar, me costó (y me sigue costando), el doble (y quizás más) de lo que muy probablemente me hubiera costado de haber hecho algo antes y no mañana. Sé que no es fácil cambiar de la noche a la mañana lo que vienes haciendo por mucho tiempo, no es fácil quitarte en un instante todas las telarañas que traes en la cabeza, pero no permitas que eso sea impedimento para que hagas algo por cambiar. “Si no puedes volar entonces corre, si no puedes correr entonces camina, si no puedes caminar entonces arrástrate, pero sea lo que hagas, sigue moviéndote hacia adelante” – Martin Luther King Jr.

El mañana no existe, el pasado ya se fue y no podemos hacer nada, pero el hoy está aquí y ahora, lucha por convertirlo en algo extraordinario, no dejes que la falta de acción haga que se transforme en un pasado obscuro y del que te arrepientas cuando hagas el recuento de tus acciones y de tu vida, dice la canción de Serrat: “al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar”. ¿Quieres resultados diferentes?, ¡has cosas diferentes y hazlas hoy!, los seres humanos somos capaces de crear cosas maravillosas sobre las desgracias más terribles, tu eres mejor que cualquier pensamiento de desaliento o conformismo, date la oportunidad de convertirte en la persona que siempre has soñado ser y de estar bien contigo, ¡busca tu misión y ella te guiara en todo momento!

domingo, 28 de abril de 2013

Escrito por Unknown
No comments | 9:36 p.m.



Voy a reproducir textualmente un fragmento de una plática sobre el tema del sobrepeso, por lo que antes de continuar te ofrezco una disculpa si te sientes ofendido por las palabras que voy a escribir.
Carlos: fui con el doctor y tengo la presión en 145/100, ósea que según el doctor esta bien alta y que me puede dar un derrame o infarto o algo así, ¡pero no me siento mal, bueno a veces me duele la cabeza, pero en general estoy bien!; total que para no hacer largo el cuento, el doctor me dijo que tengo que bajar de peso.
Mariano: ¡y por supuesto que vas a bajar de peso!
Carlos: pues si quiero, pero está bien cabron, eso de comer plantitas no es para mi, ¿tu como le hiciste?
Mariano: pues yo estaba como tu, tenía el azúcar y la presión alta…
Carlos: no, de mi azúcar no tengo problemas, esa esta normal, la que está ahí dando lata es la presión, hasta me receto pastillas.
Mariano: pues eso solo es indicativo de que no estas bien como tu dices, mas bien te estas vendiendo la idea de que no tienes nada.
Carlos: ¡bueno pero ya no te hagas wey y dime como le hiciste!
Mariano: te decía que yo estaba como tu, con problemas de azúcar y presión y el doctor me dio pastillas para bajar mi azúcar, ahí me cayo el veinte y decidí que no iba a tomar medicamento, porque eso era la antesala de la diabetes, así que fui con una nutrióloga para que me ayudara a cambiar mis hábitos.
Carlos: si, ¿pero te dio algo la nutrióloga?, no se, unas pastillas o cremas o algo para que bajaras…
Mariano: no, solo me ayudo a entender que la forma en que estaba comiendo era incorrecta y me hizo un plan nutricional para ir cambiando mis hábitos cotidianos, además de que yo estaba decidido a hacerlo.
Carlos: Ósea que es lo mismo que siempre te dicen: come bien, haz ejercicio, bájale a las grasas, refrescos, etc., etc., etc.
Mariano: si lo que quieres es que por arte de magia ya no tengas ese sobrepeso, pues eso no existe y esta demostrado, la forma correcta y segura es que tu hagas que las cosas sucedan, es decir, que comas bien, no que dejes las grasas, pero si que las comas correctamente, que también dejes de tomar tu refresquito diario, tus papas, pastelitos, chucherías pues, y por supuesto que hagas ejercicio, pero no es necesario que te mates haciendo 3 horas diarias tampoco…
Carlos: Pues tu me disculparas, ¡pero esas son pendejadas, la vida se hizo para disfrutarla y no para andar con limitaciones!, ¡pus total si de todas formas me voy a morir, me he de morir contento y comiendo bien, que es lo que me gusta!


De acuerdo a estas palabras, ¿qué precio crees que Carlos esta aceptando pagar por su decisión de no seguir la recomendación del doctor y seguir en la misma situación?, porque es indiscutible que pagamos un precio por todo, y no hablo necesariamente de algo económico, un ejemplo puede ser, si eligieras dedicarle más tiempo a tu trabajo(superación profesional) que a tu familia, es probable que pagarías el precio de descuidarlos y no estar para ellos  en momentos importantes, el caso opuesto podría ser que por dejar tu carrera profesional sientas que algo te falta y ahí el precio podrías ser que no estés completamente satisfecho.
Por muchos años yo decidí comer principalmente papitas, pizzas, refrescos, hamburguesas, tortas, etc., etc., et y el precio que estaba pagando era el de tener sobrepeso, verme y sentirme mal, tener mi autoestima baja, dejar de tener contacto con mis amigos, hasta llegar al que estaba por costarme la vida: mi salud. A tiempo acepte que necesitaba ayuda y decidí hacer algo para cambiar mi situación, por lo que ahora el precio que estoy pagando es el de sentirme bien, estas sano y ser feliz.

¿Tú ya estas consiente del precio que estas pagando por seguir tomando las decisiones que te han llevado a tener sobrepeso? Busca que es lo que quieres para ti, que o quien te detiene para conseguirlo y que necesitas hacer para lograrlo. Toma acción ya, no sigas en la situación en la que estas actualmente y sobre todo no permitas que lo que has dejado de hacer hasta el momento determine lo que estas haciendo en la actualidad y lo que vas a hacer en tu futuro. Este articulo me parece interesante: http://diarioaxaca.com/pais/20-estados/44435-tomar-conciencia-de-lo-que-comemos-clave-para-erradicar-la-obesidad-imss

Hay muchísimos más ejemplos (incluso la mayoría de los precios que pagamos terminan resumiéndose en algo económico), lo importante de cada situación es saber y que estés consciente de qué precio estas dispuesto a pagar por tus decisiones y sobre todo ¡que busques tu misión y te enfoques en ella, para así tomar la más correcta para tu bienestar!