domingo, 2 de junio de 2013
Escrito por Unknown
No comments | 9:17 p.m.
Ya he comentado que las dietas restrictivas no funcionan pues lo único que hacen es privarte de ciertos tipos de alimentos, lo cual no sirve a la larga porque al final de cuentas necesitamos de todos los diferentes tipos de alimentos para nutrirnos (además si la comida es uno de los grandes placeres que tenemos en la vida, ¡por que no disfrutarla!).
Pero vayamos mas allá: aparte del daño que le hacemos a nuestro cuerpo por privarnos de la comida(al privarse de la comida lo único que se consigue es matarse de hambre y quitarle al cuerpo nutrientes que necesita si o si para su correcto funcionamiento), ¿Qué pasa en nuestro cerebro?, ¿Por qué nuestro subconsciente nos sabotea y terminamos por mandar todos nuestros esfuerzos a la basura, aun cuando la dieta que estemos llevando nos “está dando resultado (aparentemente hemos perdido algo de peso)”?
En mi experiencia lo que comúnmente pasaba era que terminaba por aburrirme de la dieta pues comía siempre lo mismo (por ejemplo desayunar y cenar cereal todos los días: ¡que flojera!) y no podía ni siquiera probar un bocado de lo que más me gustaba, esto pasaba porque cometía la tontería de hacer la dieta que a alguien más le había funcionado o iba con un “experto”, ¡que siempre daba la misma dieta a todo el que fuera a verlo! Esto por supuesto me tenía condenado al fracaso desde el principio pues no modificaba mi mentalidad y por consiguiente mi perspectiva frente a la forma de alimentación correcta seguía siendo la misma. Al solo seguir al pie de la letra una “receta” y no cambiar mi forma de pensar respecto a mis hábitos de alimentación, solo provocaba que cuando dejaba la dieta volvía a lo mismo de siempre y terminaba recuperando el peso perdido y venia el rebote(también debo de confesar que me dolía el codo pagar un verdadero experto – nutriólogo - porque ponía de excusa que era muy caro y me “convencía” a mí mismo de que yo podía bajar sin ayuda – hoy estoy seguro que la obesidad es como el alcoholismo: una adicción-, y no me daba cuenta - o no me quería dar cuenta - que me salía más caro hacer una dieta que no iba a funcionar pues no iba de acuerdo a mi forma de ser y mis necesidades). Además lo acepto, era yo un ignorante en temas de alimentación, pero eso si me las daba de que yo sabía lo que comía y yo podía a la hora que quisiera comer bien y bajar de peso (un ejemplo: normalmente venia comiendo hasta por ahí de las 11:00 am ¡y eso es lo peor que puedo hacer!).
Ahora bien, muchos hablan de la fuerza de voluntad (yo mismo solía decirme “es que no tengo fuerza de voluntad”), sin embargo ahora me doy cuenta que me hacía falta tener una misión(por qué quiero bajar de peso), además de que solo trataba de encajar en los aspectos sociales de mi entorno(si la mayoría decía pizza, yo aceptaba; si la mayoría salía a comer tarde, yo me esperaba aunque me estuviera muriendo de hambre), aquí me atrevo a preguntar: lo que haces hoy en día, ¿lo haces porque en verdad te nace hacerlo o por no verte como el bicho raro del grupo?
¿Quieres perder peso?, ¡deja de hacer dietas!, así de simple y sencillo: las dietas son temporales y por consiguiente no funcionan, lo que tienes que hacer es comer balanceadamente y de forma saludable (grasas, frutas, verduras, cereales, agua, etc., etc., etc.), en pocas palabras: cambia tus hábitos y aprende a comer.
Busca tu misión para que esta te guie a conseguir tu objetivo de bajar de peso, si tu solo no puedes y necesitas ayuda, acércate con un verdadero profesional (por favor, no hagas lo mismo que hizo tu amig@ o tu herman@ o tu vecin@ para bajar de peso), tu eres único y por consiguiente necesitas seguir tu propio camino, solo ¡cree en ti!
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